

Villa Tulumba, uno de los destinos más pintorescos del norte cordobés, recibió el reconocimiento Best Tourism Village 2024, otorgado por la Organización Mundial del Turismo (OMT). Este premio resalta su capacidad para preservar su identidad cultural y tradiciones, mientras integra un modelo de turismo sostenible y auténtico.
Con una historia que se remonta al siglo XVII, Villa Tulumba ha mantenido su esencia colonial a través de sus calles empedradas, construcciones de adobe y techos de tejas. La activa participación comunitaria en prácticas rurales y culturales resultó clave para captar la atención de la OMT, que valoró cómo la localidad impulsa el desarrollo local sin comprometer sus valores históricos.
El Presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani, y el intendente de Villa Tulumba, Roberto Raúl Casas, recibieron el reconocimiento en la 122ª Reunión del Consejo Ejecutivo de la OMT, llevada a cabo en el Centro de Convenciones de Cartagena de Indias, Colombia.
“Este reconocimiento internacional de Villa Tulumba es un orgullo para Córdoba y para Argentina. Nos inspira a seguir promoviendo el turismo sostenible, poniendo en valor nuestras tradiciones y paisajes únicos, y generando un impacto positivo en nuestras comunidades. Tulumba demuestra que el turismo puede ser una herramienta poderosa para fortalecer la identidad cultural y abrir nuevas oportunidades de desarrollo local”, expresó Darío Capitani.
Por su parte, el intendente Roberto Casas destacó: “Este galardón representa una oportunidad para fortalecer el turismo en Villa Tulumba y en toda la región, atrayendo a nuevos visitantes interesados en experiencias auténticas y sostenibles. La distinción posiciona a Tulumba como un modelo de turismo rural en Argentina y el mundo, reafirmando su valor patrimonial y cultural. Sin lugar a dudas, es uno de los pueblos más lindos del mundo”.
El premio Best Tourism Villages de la OMT distingue a localidades que promueven prácticas turísticas responsables en los ámbitos económico, social y ambiental. Además, permite a los pueblos premiados integrarse en la red global de la OMT, un espacio para intercambiar experiencias, compartir buenas prácticas y colaborar en proyectos conjuntos.